Técnica del Bizcochado
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Acuérdate de que el bizcochado es la primera hornada, esa en la que se fija la forma de la pieza, haciéndola permanente. De esa forma se puede manipular fácilmente, por ejemplo cuando se le aplica el esmalte.
El bizcochado se inicia de manera lenta, aumentando la temperatura en rangos de 100 a 150 grados C, hasta llegar a los 500 grados. Llegado a ese punto, desaparecerá el agua del barro, y es por ello que a partir de ahí se puede incrementar la temperatura más rápidamente. Normalmente se bizcocha entre 960 y 1000 grados.
Consejos:
- Espera a que se seque completamente la pieza antes de hornearla.
- Puedes apelotonar las piezas en el bizcochado para maximizar el espacio del horno y la eficiencia del trabajo. Por ejemplo no pasa nada si las piezas se tocan entre sí durante el bizcochado.
- No encajes las bocas de los objetos con la bases de otros, porque el barro se contrae y pueden llegar a romperse.
- Dependiendo del horno, algunos suelen dejas las tapas abiertas hasta los citados 500 grados C. Para saber si ya se ha evaporado todo el agua y poder así incrementar más rápidamente la temperatura, algunos ceramistas colocan cualquier tipo de utensilio de vidrio en la salida. Si todavía se empaña, significa que queda agua y aumentan algo más la temperatura. Cuidado con no quemarte.